jueves, noviembre 03, 2016
Me asumo
Los estudiantes podrían verme como maestra, pero me desvela pensar en todo lo que debo desenseñar y lo mucho que deben dudar de lo que les digo. Siento la responsabilidad de reconocer en ellos a mis futuros compañeros, que a pesar de los seis años que les quedan de escolaridad, más los años universitarios les retumbe el inconformismo, la crítica, la conciencia y anhelo de una realidad más justa.
Mi verdadero rol no lo he podido gritar, lo he ocultado para ganar credibilidad, para que dejen de subestimarme por mi edad, por mi profesión, por mi forma de convivir en clase. Pero este ocultamiento me ha llevado a buscar minimamente el cambio educativo, es incómodo pensar que me he creído el papel que interpretaba. Ahora me encuentro lanzando indirectas y aprovechando pequeños instantes, cuando podría estar viviendo diariamente la vida de una militante. Tal vez no parezca trascendental, pero de ahora en adelante pronunciaré mi rol a viva voz y veremos cuanto poder puede tener el asumirse.
sábado, febrero 19, 2011
El pesimismo quiere hablar
Al reconocer el caos y el “sin sentido de la vida” me he encontrado de repente con lo inmóvil. Sin interés alguno por el futuro, me veo obligada a anular cada acción hasta la completa pasividad. Entonces me pregunto: ¿Qué es peor: la mediocridad o la derrota en vida?
Cansada de la falsedad de las pasiones humanes, y de la brevedad de las ilusiones me he quedado sentada mirando la destrucción frente a mí, quejándome y lloriqueando creyéndome mejor por ser más realista que todos "Ellos". Pero me pudro aún más rápido, por mis gritos de odio que se han vuelto vómito real. Vómito que me ensucia y no tengo ganas de limpiármelo. Mis quejas sin fin me dejan indefensa, porque finalmente soy uno de "Ellos".
Me he levantado suponiendo que la acción salva de la putrefacción, pero no puedo hacer nada. He visto demasiada acción sin sentido, y no deseo moverme por algo menor a un cambio real. Políticos destinados a la traición de sus ideales. Ecologistas truncados por la irreversible ambición humana. Por donde vea solo encuentro inútiles intentos, mediocres esfuerzos por un cambio imposible.
Pero, quedarme aquí siendo parte de esta locura me duele aún más. No quisiera asistir silenciosa a la inevitable decadencia.